Militares podrán detener civiles en la frontera norte
Luis Petri dijo que las Fuerzas Armadas pueden accionar ante delitos en flagrancia. El Gobierno nacional puso en marcha el plan Roca. Se esperan a 10 mil militares.

El ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, ratificó anoche que las Fuerzas Armadas están habilitadas para detener civiles que sean sorprendidos en delitos flagrantes en la frontera norte del país. Esta decisión se enmarca dentro del plan Roca, que el Gobierno nacional puso en marcha este mes, una herramienta más en la lucha contra el narcotráfico.
"La ley autoriza a las Fuerzas Armadas a reforzar el control de las fronteras. La detención en casos de flagrancia está contemplada en todos los Códigos Procesales, tanto provinciales como nacional. Solo el sesgo ideológico había limitado su actuación. Todos los países vecinos de Argentina emplean a sus fuerzas armadas en tareas de vigilancia fronteriza. Incluso Estados Unidos reforzó recientemente esta política. ¿Por qué aquí algunos se escandalizan?", escribió Petri en sus redes sociales, en respuesta a una nota de Clarín titulada "El Gobierno autorizó a los militares a detener civiles en la frontera norte". El artículo además advertía sobre posibles vulneraciones a la Ley de Seguridad Interior.
Según trascendió, la autorización se enmarca en las "reglas de empeñamiento" contenidas en la resolución 347, firmada por el ministro de Defensa. Este documento establece que los soldados pueden realizar aprehensiones transitorias de personas que sean sorprendidas cometiendo delitos, debiendo informar de inmediato a las fuerzas de seguridad, al juez competente o al Ministerio Público Fiscal.
Consultadas por El Tribuno, fuentes del Ministerio de Defensa subrayaron que la normativa vigente ya contempla esta posibilidad, habilitando a los militares a actuar en casos de flagrancia.
La decisión se da en el contexto de cambios de fondo que el Gobierno introdujo en materia de defensa nacional, a través del Decreto 1112/2024, publicado el 20 de diciembre del año pasado. La norma redefine el rol de las Fuerzas Armadas frente a las amenazas transnacionales, ampliando su campo de acción en materia de seguridad.
El nuevo marco legal también faculta a las Fuerzas Armadas a colaborar con fuerzas de seguridad en la vigilancia de las zonas fronterizas, especialmente en áreas donde no hay pasos fronterizos oficiales o en núcleos urbanos situados en la frontera.
Con esta reforma, el Ejecutivo busca reforzar la presencia del Estado en las fronteras y adecuar la política de defensa a las amenazas contemporáneas, en sintonía con tendencias observadas en otros países de la región.
Fuentes del Gobierno de Salta señalaron que, durante su última visita a Salvador Mazza, Petri detalló los alcances y objetivos de ambos operativos.
El plan Roca contempla un despliegue inicial de 1.300 efectivos en las provincias de Salta y Jujuy, con un operativo que se extenderá hasta el 15 de diciembre, aunque se espera alcanzar un total de 10.000 militares movilizados a lo largo del año.
Los militares actuarán bajo reglas de empeñamiento especialmente diseñadas para esta operación, en el marco de la Ley de Defensa Nacional y el Decreto 1112/2024, que autoriza su participación en acciones contra organizaciones terroristas y en el control del espacio fronterizo.
El operativo será coordinado con Gendarmería Nacional y Prefectura Naval Argentina, dependientes del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. En los próximos días se definirán las localidades específicas de despliegue, aunque entre las primeras zonas señaladas figuran Aguas Blancas, Tartagal y Salvador Mazza.
Petri y la nueva función del Ejército

El pasado 15 de abril, en la localidad fronteriza de Salvador Mazza, el ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri, había anticipado la plena participación del Ejército en tareas de seguridad interior, con la puesta en marcha de la segunda parte del denominado Plan Güemes, una estrategia integral de control y vigilancia en el norte argentino que busca reforzar la seguridad en zonas críticas y combatir el crimen organizado que opera en las fronteras.
Durante el evento, Petri destacó el nuevo rol que el Gobierno nacional ha asignado a las Fuerzas Armadas, priorizando su participación logística en tareas de apoyo a las fuerzas de seguridad en el control de los pasos fronterizos. En este marco, el Regimiento de Infantería de Monte 28, con sede en Tartagal, se convirtió en un actor clave al aportar recursos humanos y tecnológicos de última generación.
"Es imprescindible oponer a un crimen organizado, un Estado organizado en sus tres niveles que colabore y coordine, y eso es lo que venimos haciendo desde el 10 de diciembre de 2023", afirmó el ministro, remarcando la necesidad de articular acciones entre el Gobierno nacional, los gobiernos provinciales y las fuerzas federales.
En su discurso, Petri también se refirió al éxito del denominado Plan Bandera, un operativo lanzado en Rosario para enfrentar la violencia narco, donde las Fuerzas Armadas fueron convocadas a prestar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad de Santa Fe. Según los datos que compartió el ministro, esta estrategia permitió una significativa reducción de los homicidios en la ciudad: "Ese esfuerzo conjunto ha dado sus frutos: los homicidios en Rosario han caído entre un 65% y un 70%", aseguró.
El ministro de Defensa aprovechó la ocasión para cuestionar las políticas de gobiernos anteriores, que limitaron la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior: "En todo este tiempo, probablemente por un sesgo ideológico que las persiguió y canceló, las Fuerzas Armadas estuvieron restringidas a la hora de intervenir en las fronteras", señaló.
Petri relató que días antes había participado de actividades de instrucción en terreno junto a los efectivos destinados a la frontera: "Estuve el jueves pasado aquí, con los Rodillas Negras (así se los conoce a los integrantes del Regimiento norteño), porque nos estamos capacitando, porque nos estamos equipando, porque vamos a ir complementando y coordinando con las fuerzas de seguridad para garantizar el éxito del control y vigilancia de las fronteras, pero fundamentalmente para llevar paz a los argentinos".
Petri también elogió el trabajo conjunto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y resaltó la voluntad política que sostiene esta iniciativa: "Creemos que vamos a garantizar a todos los argentinos estar cada día mucho más seguros" expresó.
La decisión de intervenir en el norte argentino con un fuerte componente de apoyo militar representa un giro en la política de seguridad de los últimos años. Desde la implementación de la Ley de Defensa Nacional en 2006, las Fuerzas Armadas estaban limitadas exclusivamente a amenazas externas de carácter estatal. Sin embargo, el actual Gobierno impulsa su participación en cuestiones como la lucha contra el narcotráfico transnacional y el crimen organizado, aunque siempre respetando el marco legal vigente, que les asigna un rol de "apoyo logístico" sin facultades de intervención directa en materia policial.
Con esta nueva etapa del Plan Güemes en marcha, las autoridades esperan mejorar sustancialmente la cobertura y el control de los pasos fronterizos de Salta, Jujuy, Formosa y Misiones, provincias históricamente afectadas por el contrabando, la trata de personas, el tráfico de drogas y otros delitos de frontera.
El acto en Salvador Mazza fue también un gesto simbólico: llevar el mensaje de que el Estado argentino, a través de sus fuerzas armadas y de seguridad, no abandonará la defensa de su soberanía territorial y de sus ciudadanos.
El Plan Güemes, que en esta segunda etapa incorporó mayor tecnología, equipos de vigilancia, vehículos todoterreno y armamento específico para el patrullaje de frontera, se enmarca en una visión estratégica que busca no solo frenar el contrabando y el narcotráfico, sino también recuperar la presencia del Estado en territorios tradicionalmente vulnerables.