Virgen del Cerro en Salta: bajo una intensa lluvia, la fe y la devoción de miles de peregrinos no se apagó

Las inclemencias del tiempo no detuvieron el fervor de los salteños y miles de peregrinos, quie se unieron en oración y gratitud en la tradicional fiesta de la Virgen del Cerro.

Virgen del Cerro en Salta: bajo una intensa lluvia, la fe y la devoción de miles de peregrinos no se apagó

A pesar de la intensa y persistente lluvia que azotó la tarde de hoy, miles de fieles provenientes de distintas partes de la Argentina y de países vecinos se reunieron en la zona norte de la ciudad de Salta para celebrar la tradicional fiesta en honor a la Virgen del Cerro, bajo su advocación de la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús. La tormenta no logró apagar el fervor de los devotos, que, empapados pero con el alma llena de esperanza, caminaron por el cerro en oración y entonando cánticos y alabanzas.

Virgen del Cerro en Salta: bajo una intensa lluvia, la fe y la devoción de miles de peregrinos no se apagó

"Es la primera vez que vengo, y la pasé muy bien. Me trajeron de sorpresa, pero fue una experiencia hermosa", compartió Fabio, con emoción, mientras se refugiaba de la lluvia.

Margarita, que llegó desde Concordia, Entre Ríos, recordó: "A pesar de estar completamente mojada, estoy feliz de estar aquí. Vengo desde 2002 a la Virgen del Cerro. Fui coordinadora durante muchos años. Hoy, más que nunca, vengo a agradecerle".

Un momento de profunda emoción se vivió cuando personas con enfermedades, algunos en sillas de ruedas o con bastones, se acercaron en un gesto de fe y gratitud ante la imagen de la Virgen, para participar de la llamada "toma de gracia". Este acto, cargado de espiritualidad y esperanza, es uno de los más significativos de la celebración.

Bajo la lluvia, algunos fieles se cubrían con pilotos y paraguas, mientras que otros, sin protección alguna, se arrodillaban o permanecían de pie esperando que el sacerdote se acercara para impartir la bendición. En ese instante, un voluntario trasladaba una cruz con la imagen del Señor Crucificado, permitiendo a los devotos besar los pies de Jesús, en un gesto de profundo respeto y devoción.

"Fue un momento de gracia, de sentir que estamos con Dios y con la Virgen", expresó conmovida una de las presentes.

Más de 500 servidores colaboraron en la organización y acondicionamiento del lugar, garantizando que la peregrinación se desarrollara con orden y seguridad, a pesar de las inclemencias del tiempo.

La devoción por la Virgen del Cerro tiene sus raíces en 1990, cuando María Livia afirmó haber tenido las primeras apariciones en su hogar. Desde entonces, la Virgen habría compartido mensajes y secretos, algunos de los cuales aún están siendo estudiados por las autoridades eclesiásticas. En 1995, la Virgen dictó una oración que hoy se recita a diario en el santuario: "Yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, adoradme perpetuamente en reparación".

En el año 2000, la Virgen solicitó la construcción de un santuario elevado, y en 2008 pidió que se estableciera contacto con el obispo de Salta para avanzar con sus designios. Desde entonces, las apariciones y los mensajes siguen atrayendo a miles de peregrinos, que encuentran en el cerro no solo un lugar de oración, sino una conexión espiritual profunda, donde la fe se renueva año tras año.