LOS PACIENTES AHORA SON CLIENTES ¡¡ QUIEN LOS DEFIENDE¡¡¡

Aquellos que no cuentan con una obra social o prepaga se encuentran en una posición particularmente vulnerable, ya que su acceso a la atención médica es limitado ya menudo costoso. Mientras tanto, otros actores en el sistema de salud, como los médicos y las prepagas, tienen estructuras que los defienden, pero ¿quién protege los derechos e intereses de los pacientes/clientes?

En este contexto, es fundamental analizar los desafíos y las preocupaciones que enfrentan los individuos que buscan atención médica en el ámbito privado. Uno de los problemas más evidentes es la falta de un organismo o entidad que defiende de manera efectiva los derechos de los pacientes/clientes. Mientras los médicos cuentan con colegios profesionales que pueden intervenir en caso de irregularidades, y las prepagas tienen la capacidad de suspender servicios según su criterio, los pacientes/clientes carecen de una voz unificada que los respalde.

Además, es esencial cuestionar el paradigma que considera a los pacientes como simples receptores de atención médica. En lugar de denominarlos pacientes, podríamos adoptar el término "clientes". Este cambio en la nomenclatura podría ser un primer paso para otorgar a los usuarios de servicios de salud privados los beneficios y la protección que merecen como consumidores. Los clientes tienen derechos legales y expectativas que deben ser satisfechas, y la atención médica no debería ser una excepción.

En resumen, es innegable que la salud privada se ha convertido en un negocio, y los pacientes hoy son considerados clientes. Sin embargo, es esencial que esta transformación vaya acompañada de medidas que protejan los intereses y derechos de los usuarios de servicios de salud privados. La transición de pacientes a clientes y la creación de estructuras de defensa son pasos fundamentales para lograr una atención médica de calidad y accesible para todos.